A pesar de haber nacido en la riqueza, San Francisco de Asís lo dio todo por los enfermos y pobres. Conocé su historia junto a nosotros y contásela a los niños y niñas que te rodean.
San Francisco de Asís es un santo que, hasta el día de hoy, es recordado por sus buenas acciones y actitud caritativa hacia los pobres y enfermos. Pero, ¿conocés cuál fue su historia y cómo llegó a consolidarse como uno de los santos más conocidos y queridos?
¡Aquí te la contamos!
Biografía de San Francisco de Asís
Para comprender mejor cómo fue que San Francisco de Asís llegó a convertirse en la persona que fue y que los más pequeños y pequeñas entiendan su importancia, dejamos su historia adaptada para jóvenes.
Primeros años
San Francisco de Asís nació en Italia aproximadamente en el año 1180. Fue hijo de una madre descendiente de la nobleza y un padre comerciante. Durante su juventud, San Francisco llevó una vida de un chico común, sin embargo, cuando tenía aproximadamente 20 años, hubo una batalla entre las ciudades de Asís y Perugia, donde cayó prisionero.
Acercamiento al cristianismo
Al recuperarse de aquella enfermedad, San Francisco fue a combatir en el ejército y, cuando volvió, se dedicó a la oración y a meditar sobre lo que realmente deseaba para su vida.
Un día, paseando, se encontró a una persona leprosa llena de heridas en su cuerpo y, desde un acto de inspiración divina, se sobrepuso a la repulsión que le provocaban sus llagas y se las besó. Desde ese momento, San Francisco obtuvo de Dios una tremenda fuerza de voluntad y sacrificio por el bienestar de las personas.
Comenzó a visitar los hospitales y a los pobres, regalándoles todos sus bienes materiales y, además, trabajó en la restauración de iglesias en ruinas después de que Jesús se le apareció en una visión y le susurró al oído “Francisco, debes reparar mi casa porque está en ruinas”.
Muy convencido, vendió las posesiones que tenía y se dirigió a la Iglesia de San Damián a entregarle todo el dinero al sacerdote y pedirle si podía quedarse allí con él, sin embargo, rechazó el dinero y aceptó que Francisco se quedara.
Todas estas acciones tuvieron feas consecuencias en su vida familiar, ya que fue tratado con mucho rencor y violencia por parte de su padre, lo que provocó que fuera desheredado. A pesar de esto y siempre optimista, consiguió hogar y ropa en un monasterio, donde vivía de limosnas.
El comienzo de la orden
Se trasladó a una capilla llamada Porciúncula de los Benedictinos, la cual se encontraba cerca de Asís. Comenzó a hablar con las personas a su alrededor sobre su penitencia y, gracias a su don de la profecía y de milagros otorgados por Dios, obtuvo muchos seguidores rápidamente.
Después de un tiempo, San Francisco tuvo su primer discípulo, el cual era un comerciante con mucho dinero de Asís, y vendió todo para dárselo a los más necesitados. Cuando ya formaron 12 discípulos, Francisco redactó una lista de consejos evangélicos para alcanzar la perfección y, años después, fue autorizado por el Papa Inocencio III para formar una orden y predicar la penitencia.
La orden de San Francisco se bautizó como los Frailes Menores, todo esto con la intención de que siguieran el camino de la humildad. Esta creció tanto, que después de un tiempo fue necesaria organización y división en provincias. A pesar de que algunas personas pertenecientes a la orden querían cambiar algunas reglas, San Francisco de Asís se negó con firmeza, ya que él sentía que los principios de la orden estaban claros.
Años después, se retiró a un lugar llamado Monte Alvernia donde construyó una celda. Mientras realizaba un ayuno de 40 días, las heridas de Jesucristo fueron marcadas en su cuerpo. Desde ese momento, llevaba siempre las manos dentro de su hábito y volvió a ocupar medias y zapatos. Bajó del monte y se dedicó con mucha pasión a curar enfermos y ayudar personas.
La salud de San Francisco de Asís fue deteriorándose lentamente, ya que los estigmas le provocan mucho sufrimiento y debilidad. A pesar de que lo llevaron a muchos doctores, murió el 3 de octubre de 1226, a la edad de 44 años, después de escuchar la pasión de Cristo.
7 curiosidades de San Francisco de Asís
A pesar de que ya contamos algunos en la historia, aquí van otros datos curiosos que seguramente no sabías sobre San Francisco de Asís:
1. Se apodó Francisco por Francia: su padre fue un comerciante que trabajaba constantemente en Francia y, para su nacimiento, se encontraba haciendo negocios en ese país. La verdad es que su nombre real era Giovanni.
2. Tenía un gran amor por los animales: San Francisco les tenía un gran afecto y, además, se cuenta que tenía un gran poder sobre ellos.
3. Su tumba se perdió: cuando falleció, su cuerpo fue ocultado por los franciscanos para protegerlo. Su tumba quedó en el olvido y fue encontrada en 1818.
4. Recibió los estigmas mientras hacía un ayuno de 40 días: los estigmas son cuando te aparecen las heridas de Cristo de manera inexplicable sobre el cuerpo. Esto ocurrió en el año 1224.
5. Los lineamientos de su orden se inspiraron en Mateo 10,9: San Francisco inspiró los principios de su orden cuando Jesús dice a sus discípulos “no lleven oro, plata o monedas en el cinturón cuando prediquen el evangelio”.
6. Fue conocido como el Pobre de Asís: esto se debe a su gran compromiso con la pobreza y amor por la naturaleza. Esto reflejó que fue un alma que se entregó completamente a Dios y a los más necesitados.
7. Consiguió 11 seguidores en un año: una vez conseguida esta cifra, viajaron a Roma para conseguir la aprobación del Papa y consolidarse como una orden. En este viaje, vivían de las limosnas de las personas.
Ahora que ya conocés la historia y bondades de San Francisco de Asís, ¿qué otro santo te llama la atención? Podés respondernos en comentarios.
