Después de un año y medio de vivir con el virus del COVID-19, todos sabemos cuáles son los desafíos de vivir en confinamiento. Hoy nos concentraremos en el ejercicio físico y cómo podemos crear un hábito saludable en niñas y niños.
Beneficios del deporte
Cuando nos hablan de ejercicio, muchas veces pensamos en salir a correr, entrenar en el gimnasio u otras alternativas que, normalmente, están enfocadas en los adultos. La ventaja de la infancia y la juventud es que la actividad física varía desde las clases de educación física en la escuela, hasta correr en el parque o jugar con los amigos.
Existe vasta evidencia de los beneficios de hacer ejercicio: desde mejorar nuestra calidad del sueño y autoestima, hasta prevenir enfermedades cardiovasculares, diabetes, demencia y depresión. También, en conjunto con una dieta balanceada, permite mantener el peso en niveles recomendados de acuerdo a la talla y la edad de la persona.
Existen tres dimensiones que son importantes para el desarrollo y que se pueden incentivar con diversas actividades a lo largo del día:
Flexibilidad: permite estirar los músculos entregando mayor rango de movilidad. Esto puede lograrse cuando dan una voltereta, al abrocharse los zapatos o al estirarse para alcanzar un objeto.
Fuerza: permite tonificar los músculos, reduce el riesgo de lesiones y osteoporosis en el futuro. ¿Cómo lograrlo? Colgándose de las barras, haciendo piruetas, al escalar, entre otros.
Resistencia: se desarrolla con actividades aeróbicas, esas en las que el corazón se acelera y bombea más sangre y oxígeno a las células. Esto se logra corriendo, montando la bicicleta, saltando, jugando al pillar a los amigos, caminando, entre otras.
¿Cómo se crea un hábito?
Para lograr que el deporte sea incorporado de manera casi automática dentro de la rutina familiar, al igual que otras costumbres, toma tiempo. Algunos dicen que 21 días. Otros, más de dos meses. Sea cual sea el tiempo para incorporar esta rutina, lo que más se recomienda es empezar.
Para que se nos haga costumbre, debemos impulsar el cambio. Partir por algo siempre de lograr y que no frustre demasiado si es que no se cumple, es una buena idea. También definir metas medibles y pequeñas en un comienzo, que sean fáciles de lograr y definir el método. Esto puede hacerse en familia, donde todos opinen, aporten y manifiesten sus preferencias para mantener la motivación.
Recuerda, lo que tú hagas, será la guía para tus hijas e hijos.
¿Cómo incentivar el deporte y convertirlo en un hábito?
Siempre es importante que las y los niños se muevan. Cuando no caminan, pueden rodar sobre sus espaldas, gatear, usar pequeños gimnasios pensados para bebés, mover pies y manos. Una vez que empiezan a caminar, se recomienda actividad física durante al menos 3 horas al día (no necesariamente deben ser continuas).
Se recomienda que niños y niñas entre 5 y 18 años mantengan al menos 60 minutos diarios de ejercicio físico. ¿No tienes tiempo? No todo se trata de entrenamientos arduos y largos. Menos en estos tiempos en que la movilidad está reducida.
En cambio, se trata de tomar decisiones diariamente como subir la escalera en lugar de tomar el ascensor, salir a caminar en familia en lugar de quedarse viendo televisión o escoger momentos para practicar una rutina deportiva, aunque sea en casa. Un consejo: haz que no parezca obligación, así los niños y niñas querrán volver por más.
Descubre acá 5 ejercicios para practicar en casa.
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Hazlo con el ejemplo: Lo hemos dicho antes y lo repetiremos ahora: el ejemplo es la herramienta más poderosa que los padres tienen para enseñar. Si los niños y niñas ven que los adultos en su vida muestran interés por algo en particular, ya sea la música, el arte o el deporte, la posibilidad de que ellos comiencen a hacer este tipo de actividades aumentará.
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Hazlo entretenido: ampliando su círculo de amigos y encontrando una actividad que disfruten.
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Hazlo en familia: incorporar la actividad física en la rutina familiar les entregará oportunidades para conectarse, estar juntos y compartir. De paso, mejorarán su salud y estado de ánimo: acá todos ganan.
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Hazlo con ellos: jugar, salir a caminar, a pasear al perro son actividades que también se pueden hacer uno a uno, dando espacios especiales a cada uno de tus hijos o hijas que se han especialmente importante en tiempos en los que estamos todos juntos, todo el tiempo.
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Hazlo con tiempo: destinar una hora dentro del calendario para hacer deporte, promoverá la creación del hábito en toda la familia.
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Hazlo variado: no siempre debe ser lo mismo. Un día pueden seguir una rutina de yoga, y otro, salir a pasear. Lo importante es que la variedad mantendrá viva la chispa para que niños y niñas se mantengan interesados.
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