Ciclo lectivo 2023, las prioridades más allá de la actualización docente y las evaluaciones

World Vision Costa Rica
Feb 10, 2023 10:40:17 AM

El inicio del ciclo escolar 2023, abre la discusión nuevamente de cuáles deben ser las prioridades del sector en medio de una crisis educativa y como le llamara el Estado de la Educación “un apagón educativo”, producto de una serie de condicionantes como las huelgas, los paros intermitentes, el rezago de infraestructura educativa, la poca actualización docente y capacidad del sistema para implementar el currículo en el 100% de los centros escolares, la exclusión y expulsión de cientos del NNA luego de vacaciones de medio periodo, acceso a tecnología y otros ampliamente conocidos.

Todo ello demanda una estrategia articulada del MEP en cuanto a cómo fortalecer la pedagogía y las metodologías que aplican los docentes, por tanto, cuáles son las herramientas con que cuentan para desempeñar su labor, los apoyos desde sus equipos técnicos, aunado a una imperiosa necesidad de actualizar sus cuadros y medir sus resultados, es decir, la evaluación docente que por años se ha discutido como una necesidad en vías de las mejoras y apoyos al sector.

Sin duda, este y los otros temas mencionados, deben ser preocupaciones de todas las autoridades del MEP, los sindicatos, la academia y las organizaciones sociales que contribuyen con programas socioeducativos que complementan la educación formal. Si este reto ya de por si es enorme (porque no tiene soluciones en corto plazo), hay otros que se cuelan en el diario vivir de los NNA, dificultando, obstruyendo y persiguiéndoles hasta sus casas, evitando un adecuado ambiente para el desarrollo del aprendizaje, como son las violencias asociadas al acoso y la intimidación, también conocidos como bullying y ciberbullying.

Estudios han demostrado, que ambientes hostiles, donde las amenazas, la burla y escarnio constante, tanto de manera presencial como a través de las redes sociales (memes, adaptación de videos, stickers, etc) son condicionantes para el buen desarrollo cognitivo, la socialización y confianza en sí mismos. El año anterior, vimos una explosión de agresiones, especialmente en mujeres y hombres de secundaria, con episodios donde se han presentado amenazas de muerte y posesión de armas blancas en los centros educativos. Las agresiones escalaron al punto de tener personal docente involucrado y madres y padres de familia acudiendo y pidiendo públicamente protección para sus hijos e hijas.

Aunado a ello, es también notorio los casos de relaciones impropias, donde las personas menores de edad, indistintamente de su género y orientación sexual, están involucradas en relaciones de poder en desventaja. Estas relaciones, prohibidas por la Ley 9406 que entró a regir desde marzo de 2017, están definidas por cuadros de violencia asociados a poder adquisitivo, manipulación, restricciones en su vida cotidiana, embarazos no deseados en adolescentes o infecciones de transmisión sexual producto de la persuasión de personas mayores a tener encuentros sexuales sin protección, que comprometen su salud. En muchos casos, sus pares conocen la situación, también el centro educativo, familia y la comunidad, pero se sigue validando la práctica por falta de información o por aminorar el problema y sus consecuencias.

Si bien, es obligación del docente y director alertar sobre estas situaciones, lo cierto es que en muchos casos las reacciones son tardías, tampoco alerta de manera temprana sobre los casos de acoso, que permitan evitar escaladas como las agresiones físicas, las autolesiones o suicidios puedan presentarse. Es imperioso que en el ciclo lectivo 2023, las autoridades del MEP revisen con cuidado los protocolos de atención institucional e interinstitucional y puedan introducir alertas tempranas de manera más efectivas, como una forma de prevenir o atender situaciones de riesgo.

Para ello es necesario que los centros educativos generen un ambiente de confianza con los niños, niñas y adolescentes, con personal informado, capacitado y sensible a las situaciones latentes en su población estudiantil, además de canales adecuados, accesibles, confidenciales y seguros para que los estudiantes hagan llegar sus situaciones.

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