La tragedia social de la pobreza infantil en Costa Rica

La tragedia social de la pobreza infantil en Costa Rica

En Costa Rica, un 38% de las personas menores de edad viven en situación de pobreza, lo cual quiere decir que no pueden satisfacer adecuadamente sus necesidades básicas. Esta situación es todavía peor en las regiones periféricas del país, donde llega ya al 50% de la población de niños y adolescentes, como por ejemplo en la región caribeña. En este gravísimo contexto, el actual gobierno está realizando un recorte de la inversión social, la cual se redujo en un 6% entre 2019 y 2022. En educación, la inversión bajó a un 5,9% del PIB para 2023, incumpliendo el mandato constitucional de invertir al menos el 8% del PIB, afectando programas de equidad tales como cuido, becas, comedores y transporte, lo cual perjudica directamente a los estudiantes con mayores carencias y por lo tanto con más dificultades para mantenerse estudiando.

¿Por qué estos datos describen una verdadera tragedia nacional? El ser humano es mucho más dependiente de la socialización que cualquier otro mamífero. Dada su naturaleza híper-social, el ser humano no tiene ninguna posibilidad de sobrevivir sin la atención, cuido y socialización de su grupo. Cuando las personas estamos en las etapas de la infancia, nuestro cerebro tiene mayor plasticidad, es decir, que es más sensible a las condiciones y cambios de su entorno, especialmente a las de carácter social, en comparación con las etapas posteriores (Gintis, 2011; Sapolsky, 2017; Tomasello, 2021).

Esta sensibilidad aumentada representa una gran oportunidad, así como un gran riesgo, pues hoy sabemos, gracias a importante evidencia científica, que lo que ocurra durante la infancia deja una huella que marcará el resto de la vida de cada persona (Berlinski et al., 2015; Gertler et al., 2014; Heckman & Mosso, 2014; Mischel, 2014). Es decir, que los resultados personales, sociales y económicos que obtengamos en nuestra vida adulta dependen, en gran medida, del conjunto de condiciones de vida, oportunidades, servicios y apoyos que tengamos durante los primeros años.

Por lo anterior, crecer en pobreza tiene un efecto devastador en el desarrollo humano, pues implica la presencia continua de múltiples carencias y factores de riesgo, que impiden un desenvolvimiento óptimo a nivel físico, cognitivo, emocional y social (Johnson et al., 2016; Lipina, 2021; Mani et al., 2013; Manstead, 2018). Por ejemplo, gracias a la investigación del INEINA en el contexto costarricense (Chaverri Chaves et al., 2021; Chaverri Chaves et al., 2022), sabemos que los niños preescolares de condición socioeconómica baja muestran un menor desempeño en tareas de autorregulación en comparación con sus pares de condición socioeconómica solvente.

Asimismo, la investigación psicosocial ha encontrado que los niños en pobreza tienden a mostrar un menor desempeño en tareas de habilidad cognitiva en comparación con niños que no se encuentran en pobreza (Lawson et al., 2018). Por ejemplo, estudios con pruebas de coeficiente intelectual han encontrado que las diferencias en las puntuaciones entre niños de familias de altos y bajos ingresos se pueden detectar desde la etapa escolar y casi se triplican en la adolescencia; es decir, que las brechas tienden a ampliarse con el tiempo (Lervåg et al., 2019). En una investigación del INEINA con jóvenes costarricenses, encontramos una fuerte y consistente asociación entre el nivel de desarrollo social del distrito de residencia del estudiante y sus calificaciones en pruebas nacionales al final de la educación secundaria, de modo que entre menor desarrollo social relativo del entorno del estudiante, más bajas sus puntuaciones académicas (Artavia-Aguilar et al., 2019; González-Alvarado et al., 2020).

Por otra parte, la investigación sobre el estrés muestra que los niños que viven en pobreza tienen niveles más altos de estrés crónico y que esto afecta su sistema inmune y su conectividad neuronal, perjudicando su salud y su desempeño cognitivo (Blair & Raver, 2016; Noble et al., 2015; Pickett & Wilkinson, 2015).

Todo lo anterior, es consistente con el hecho de que la pobreza y la desigualdad son pesados frenos al desarrollo económico de los países, pues dificultan el progreso de las sociedades en su conjunto, en gran medida por vía de impedir el desarrollo de habilidades y conocimientos en las personas, que son precisamente las herramientas que más necesitan para salir de la pobreza y progresar individual y colectivamente (Heckman, 2006; Kim et al., 2020).

¿Qué hacer frente a esta tragedia? Dichosamente, la evidencia también muestra que cuando se invierte adecuada y oportunamente en el desarrollo integral de los niños, estos logran mejores resultados a nivel psicológico, de salud y socioeconómicos en el largo plazo, siendo que este efecto es mayor conforme más temprana, sostenida y de calidad es esta inversión (García et al., 2017; Gertler et al., 2014; Heckman & Mosso, 2014).

Por lo tanto, es urgente que el actual gobierno tome consciencia del enorme error que implican sus decisiones recortistas de la inversión social, especialmente en niños, para que corrija el rumbo, recupere el terreno perdido e inyecte con prontitud los recursos que es su obligación invertir.

Referencias citadas

Artavia-Aguilar, C. V., Calderón-Ramírez, G., Ramírez-González, A., González-Alvarado, F., Chaverri-Chaves, P., & Cruz-Arroyo, E. (2019). Análisis de resultados de las pruebas nacionales de bachillerato de educación media de los colegios que conforman las direcciones regionales de educación en zonas fronterizas costarricenses. 2013-2016. Revista Electrónica Educare, 23(3), Article 3. https://doi.org/10.15359/ree.23-3.1

Berlinski, S., Schady, N. R., & Inter-American Development Bank. (2015). Los primeros años el bienestar infantil y el papel de las políticas públicas. Inter-American Development Bank. https://publications.iadb.org/bitstream/handle/11319/7259/Los_primeros_a%C3%B1os_El_bienestar_infantil_y_el_papel_de_las_pol%C3%ADticas_p%C3%BAblicas.pdf?sequence=1

Blair, C., & Raver, C. C. (2016). Poverty, Stress, and Brain Development: New Directions for Prevention and Intervention. Academic Pediatrics, 16(3), S30-S36. https://doi.org/10.1016/j.acap.2016.01.010

Chaverri Chaves, P., Barrantes Pereira, R., & Conejo, D. (2021). El test de la golosina en contexto: ¿cómo influye el entorno social en la toma de decisiones y el autocontrol? Ciencias Psicológicas. https://doi.org/10.22235/cp.v15i2.2486

Chaverri Chaves, P., Conejo, L. D., León-González, S. P., & Arrieta-Ávila, L. A. (2022). Delay of Gratification in Costa Rican Preschoolers: Effect of Trust in the Experimenter and the Socio-Economic Status: Postergación de la gratificación en preescolares costarricenses: efecto de la confianza en el experimentador y el estatus socioeconómico. Journal of Applied Cognitive Neuroscience, 3(1), e00224586. https://doi.org/10.17981/JACN.3.1.2022.04

García, J. L., Heckman, J., Leaf, D. E., & Prados, M. J. (2017). Quantifying the Life-cycle Benefits of a Prototypical Early Childhood Program (w23479; Número w23479, p. w23479). National Bureau of Economic Research. https://doi.org/10.3386/w23479

Gertler, P., Heckman, J., Pinto, R., Zanolini, A., Vermeersch, C., Walker, S., Chang, S. M., & Grantham-McGregor, S. (2014). Labor market returns to an early childhood stimulation intervention in Jamaica. Science, 344(6187), 998-1001. https://doi.org/10.1126/science.1251178

Gintis, H. (2011). Gene–culture coevolution and the nature of human sociality. Philosophical Transactions of the Royal Society B: Biological Sciences, 366(1566), Article 1566. https://doi.org/10.1098/rstb.2010.0310

González-Alvarado, F., Acosta-Ballestero, I., Artavia-Aguilar, C. V., Calderón-Ramírez, G., Chaverri-Chaves, P., Cruz-Arroyo, E., Ramírez-González, A., Rodríguez-Pineda, M., & Solano-Alpízar, J. (2020). Hallazgos principales de la investigación “13-096-19-Balance crítico de las Pruebas Nacionales de Bachillerato en Educación Media como instrumento de certificación del conocimiento del estudiantado”. Revista Electrónica Educare, 24(1), Article 1. https://doi.org/10.15359/ree.24-1.13

Heckman, J. J. (2006). Skill Formation and the Economics of Investing in Disadvantaged Children. Science, 312(5782), Article 5782. https://doi.org/10.1126/science.1128898

Heckman, J. J., & Mosso, S. (2014). The Economics of Human Development and Social Mobility. Annual Review of Economics, 6(1), 689-733. https://doi.org/10.1146/annurev-economics-080213-040753

Johnson, S. B., Riis, J. L., & Noble, K. G. (2016). State of the Art Review: Poverty and the Developing Brain. PEDIATRICS, 137(4), Article 4. https://doi.org/10.1542/peds.2015-3075

Kim, Y. G., Lee, H., & Zuilkowski, S. S. (2020). Impact of Literacy Interventions on Reading Skills in Low‐ and Middle‐Income Countries: A Meta‐Analysis. Child Development, 91(2), 638-660. https://doi.org/10.1111/cdev.13204

Lawson, G. M., Hook, C. J., & Farah, M. J. (2018). A meta-analysis of the relationship between socioeconomic status and executive function performance among children. Developmental Science, 21(2), e12529. https://doi.org/10.1111/desc.12529

Lervåg, A., Dolean, D., Tincas, I., & Melby‐Lervåg, M. (2019). Socioeconomic background, nonverbal IQ and school absence affects the development of vocabulary and reading comprehension in children living in severe poverty. Developmental Science, 22(5), e12858. https://doi.org/10.1111/desc.12858

Lipina, S. J. (2021). Pobre cerebro: Lo que la neurociencia nos propone pensar y hacer acerca de los efectos de la pobreza sobre el desarrollo cognitivo y emocional (2a edición actualizada). Siglo Veintiuno Editores.

Mani, A., Mullainathan, S., Shafir, E., & Zhao, J. (2013). Poverty Impedes Cognitive Function. Science, 341(6149), 976-980. https://doi.org/10.1126/science.1238041

Manstead, A. S. R. (2018). The psychology of social class: How socioeconomic status impacts thought, feelings, and behaviour. British Journal of Social Psychology, 57(2), 267-291. https://doi.org/10.1111/bjso.12251

Mischel, W. (2014). The marshmallow test: Mastering self-control (First edition). Little, Brown and Company.

Noble, K. G., Houston, S. M., Brito, N. H., Bartsch, H., Kan, E., Kuperman, J. M., Akshoomoff, N., Amaral, D. G., Bloss, C. S., Libiger, O., Schork, N. J., Murray, S. S., Casey, B. J., Chang, L., Ernst, T. M., Frazier, J. A., Gruen, J. R., Kennedy, D. N., Van Zijl, P., … Sowell, E. R. (2015). Family income, parental education and brain structure in children and adolescents. Nature Neuroscience, 18(5), Article 5. https://doi.org/10.1038/nn.3983

Pickett, K. E., & Wilkinson, R. G. (2015). Income inequality and health: A causal review. Social Science & Medicine, 128, 316-326. https://doi.org/10.1016/j.socscimed.2014.12.031

Sapolsky, R. M. (2017). Behave: The biology of humans at our best and worst. Penguin Press.

Tomasello, M. (2021). Becoming human: A theory of ontogeny. Belknap Press of Harvard University press.

 

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