Nuestro llamado sobre la preocupación del ciclo lectivo 2023, Era Real

World Vision Costa Rica
Mar 17, 2023 3:37:59 PM

Nuestra preocupación y señalamiento, sobre la violencia en los centros educativos al inicio del periodo escolar 2023, siempre fue real, los casos nos dan la razón, en apenas 3 semanas se han registrado varios altercados entre estudiantes, en tres de ellos, con situaciones gravísimas, como un herido de puñal en Aserrí, el cobro de peajes para poder ingresar a un sanitario en La Unión y lesiones en un ojo de una niña en Golfito.
Al inicio del periodo escolar, desde World Vision Costa Rica, expresamos nuestra preocupación por algunas prioridades estratégicas que desde el Ministerio de Educación Pública (MEP) deberían tomarse en cuenta, todas ampliamente conocidas, señaladas también por el Estado de la Educación, como son, la nivelación de las personas estudiantes, el rezago de infraestructura educativa, actualización docente, la poca capacidad del sistema para implementar el 100% del currículo en todos los centros educativos, la exclusión y expulsión de cientos de niños, niñas y personas adolescentes luego de vacaciones de medio periodo, brecha digital, entre otros.
Pero nuestra mayor preocupación, iba dirigida a dos situaciones que consideramos trascendentales, la violencia y acoso entre pares y las relaciones impropias, ambos elementos, están dentro del cuadro de violencias que obstaculizan, desde diversos factores, el aprendizaje.
El acoso escolar o bullying, hace que las escuelas y colegios sean incómodos, hostiles, donde la ansiedad se dispara, se eleva por tanto la sensación de inseguridad y desprotección, al punto que las personas no logran si quiera merendar tranquilos o simplemente ir al baño. Todo esto en un ambiente que, a pesar de ser controlado, donde los docentes y administrativos están para proteger y articular esfuerzos, en muchos casos no se hace, sea por negligencia, en otras, por la imposibilidad de saber lo que se mueve en los chats y redes sociales de sus estudiantes.


Cuando hablamos de que esta era una preocupación genuina, nos basamos en los más de 11 años de trabajo relacionados con el sector educación y los más de 60 centros educativos donde hemos observado y desarrollado actividades conjuntas en distintas parte del país, además, en los datos de Fiscalía Adjunta Penal Juvenil, que en 2022 registro 2927 causas de violencia en centros educativos relacionados con acoso escolar, violencia física, robos, hurtos, abuso sexual, exposición a pornografía; además, de los 586 casos de violencia atendidos por el MEP en sus escuelas y colegios.
Los más probable es que estos datos sean mayores, tomando en cuenta que tanto padres, madres, docentes o estudiantes nos exponen situaciones cotidianas que observan o les comentan en sus escuelas y colegios. Este subregistro perjudica la puesta en marcha de planes efectivos, debido a que no permite identificar la totalidad de los perfiles prioritarios a los cuales dirigir una oferta programática, acciones del protocolo o remisión de casos a las instituciones respectivas.
Hasta la fecha, el MEP no ha hecho ninguna declaración pública con respecto a cómo espera abordar esta problemática, como generar alertas tempranas, dotar de más herramientas metodológicas al cuerpo docente y administrativo, si modificará el protocolo interno de atención de casos o desarrollará una estrategia específica para atender centros educativos considerados puntos calientes.
Las personas encargadas de personas menores de edad conviven a diario con hijos e hijas inseguros, con depresión, ansiedad y limitaciones en sus habilidades psicosociales, en mucho, ligado al acoso, sin saber lidiar con todo ello, sin herramientas que les permitan solventar la problemática desde sus casas.
Por otro lado, al ser los padres y madres responsables de los comportamientos expresados por sus hijos e hijas fuera de sus casas, en muchas ocasiones, han modelado comportamientos abusivos, que enseñan a lidiar con la realidad a través del bullying, el acoso, el abuso y la intimidación.
En medio de todo esto, se desarrolla una sociedad, que muestra estupor al observar semana a semana casos de violencia en los centros educativos, pero también que es responsable, como un todo, del desarrollo formativo de las personas menores edad.
En general, estamos ante una escalada de violencia en escuelas y colegios que no habíamos presenciado, contexto que determina en buena parte, el desarrollo de capacidades “duras”, pero también socioeducativas, psicosociales, imprescindibles para su adultez, la capacidad de gestionar su proyecto de vida, productividad e inserción laboral.
La violencia, no solo está en los centros educativos, lo vemos en las calles, en los accidentes de tránsito, en los ajustes de cuentas, en las redes sociales, los estadios, en general si miramos alrededor con atención está en todo lugar. No podemos esperar que quienes conjugan ese espectro violento y al mismo tiempo modelan con su accionar a las personas menores de edad, lo resuelva sin generar cambios individuales y colectivos, y mucho menos esperar, que sus hijos e hijas, actúen distinto con sus pares.
El punto es crítico, debido a que el año pasado en el país, hubo amenazas de tiroteos en secundaria y también se captaron armas blancas, este año, apenas en la segunda semana de clases, ya alguien resulto con herida de arma blanca.
¿Qué más debemos esperar que suceda? para hablar de manera franca y clara sobre el problema, sobre todo, que no tenemos, al día de hoy, una solución articulada como país.


Edder Araya Fernández, Coordinador Nacional de Advocacy

X
No te pierdas nada: