Trabajo infantil: una realidad a nivel mundial
El trabajo infantil es una problemática que afecta a millones de niños, niñas y adolescentes en todo el mundo, privándolos de su educación, salud y bienestar, así como del juego y su adecuado crecimiento integral.
En este blog, abordaremos la situación del trabajo infantil a nivel global y en Costa Rica, destacando sus diferentes tipos y otras aristas relevantes para comprender y combatir esta problemática.
El Trabajo infantil en el mundo
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en 2020, 168 millones de niñas, niños y adolescentes entre los 5 y 17 años se encontraban en situación de trabajo infantil; de ellos, 83 millones realizaban trabajos peligrosos y dañinos para su salud y desarrollo.
Las regiones más afectadas por el trabajo infantil son: África Subsahariana y Asia Meridional, donde se concentra la mayor cantidad de niñez y adolescencia bajo esta problemática. Sin embargo, el trabajo infantil también está presente en América Latina y el Caribe, donde se estima que 15,2 millones de niñas, niños y adolescentes se encuentran en situación de trabajo infantil.
El Trabajo infantil en Costa Rica
Costa Rica, a pesar de ser un país con un índice de desarrollo humano relativamente alto, no está exento del problema del trabajo infantil. Según datos del INEC (Instituto Nacional de Estadística y Censos) para el año 2021, 6091 niños, niñas y adolescentes entre los 12 y 17 años se encontraban en situación de trabajo infantil.
Las principales causas del trabajo infantil en Costa Rica son la pobreza extrema, la falta de acceso a la educación y la migración interna; además las niñas, niños y adolescentes trabajadores se emplean en diversos sectores, incluyendo la agricultura, la construcción, el comercio informal y el servicio doméstico.
Tipos de Trabajo infantil
La OIT clasifica el trabajo infantil en dos categorías principales:
Consecuencias y potenciales áreas de acción contra el trabajo infantil
Las consecuencias del trabajo infantil van más allá de la explotación laboral y la privación de la educación, ya que, las personas menores de edad que trabajan a menudo experimentan problemas de salud física y mental, así como dificultades para desarrollar sus habilidades sociales y emocionales.
Para erradicar el trabajo infantil, es necesario abordar las causas estructurales que lo generan, como lo son la pobreza, la desigualdad y la falta de acceso a la educación. Es fundamental implementar políticas públicas efectivas que protejan a los niños y promuevan su bienestar, que involucren a todos los sectores de la sociedad, como ONGs, empresas, iglesias, entre otros
La educación como herramienta clave en la lucha contra el trabajo infantil
La educación no solo es un derecho fundamental para todos los niños, niñas y adolescentes, sino que también es una herramienta crucial para combatir el trabajo infantil.
Al proporcionar a la niñez y adolescencia acceso a una educación de calidad, se les brinda la oportunidad de:
- Desarrollar habilidades y conocimientos: La educación permite adquirir las habilidades necesarias para obtener un mejor empleo en el futuro.
- Aumentar su potencial: La educación abre un mundo de posibilidades, permitiendo a los niños. niñas y adolescentes soñar con un futuro mejor y alcanzar sus metas.
- Fortalecer su autoestima y empoderamiento: La educación ayuda a desarrollar la autoestima y empoderar a las niñas, niños y adolescentes para tomar decisiones sobre su futuro.
- Reducir la vulnerabilidad: La educación proporciona herramientas para ser críticos, analíticos y resolutivos, reduciendo la vulnerabilidad a la explotación.
- Romper el ciclo intergeneracional de la pobreza: La educación es clave para romper el ciclo de la pobreza, ya que las personas menores de edad que tienen acceso a la educación tienen además la posibilidad de conseguir mejores empleos y con mayores remuneraciones económicas.
Más allá del acceso a la educación formal
Es importante destacar que el acceso a la educación formal, en sí misma, no es suficiente para erradicar el trabajo infantil, sino que se deben implementar otras herramientas complementarias, como, por ejemplo:
- Programas de desarrollo de habilidades para la vida: Brindar espacios comunitarios donde los NNA puedan desarrollar habilidades psicosociales que les permitan romper ciclos de violencia y pobreza.
- Programas de formación profesional: Preparar a los jóvenes para ingresar al mercado laboral.
- Leyes y regulaciones: Implementación de políticas públicas para proteger a los niños del trabajo infantil y garantizar su cumplimiento.
- Sensibilización y concienciación: Promover la importancia de la educación y los derechos de los niños.
Plan de erradicación del trabajo infantil en Costa Rica
Costa Rica se destaca en América Latina por sus bajos índices de trabajo infantil, con una tasa del 1,3% en 2021 y el país se ha comprometido a erradicarlo por completo para el 2025. Sin embargo, aún persisten desafíos como la pobreza, la falta de acceso a educación y la informalidad laboral, que afectan a 6.091 niños, niñas y adolescentes entre 12 y 17 años.
El país ha implementado diversas políticas públicas con el apoyo de organizaciones internacionales y locales para enfrentar esta problemática. “Desde el año 2020 Costa Rica, como parte de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, fue destacada como "país pionero" en el marco de la Alianza 8.7. de la OIT, gracias a los avances importantes en la prevención y el abordaje del trabajo infantil, por el amplio compromiso del sector público, empresarial, sindical y de la sociedad civil.”[1]
Como parte de los esfuerzos, el país suscribió la “Hoja de Ruta para Hacer de Costa Rica un país libre de trabajo Infantil, (2021-2025)”. Esta es la segunda ruta país dispuesta por las entidades públicas y privadas, misma a la cual World Vision Costa Rica se une, desde los esfuerzos por identificar casos de posible trabajo infantil en sus programas, así como el apoyo que desde la Coalición Cosecodeni brindar el sector de sociedad civil abocado a la promoción de los derechos de los niños, niñas y adolescentes
Conclusiones
La erradicación del trabajo infantil requiere un enfoque integral que involucre a gobiernos, organizaciones de la sociedad civil, empresas, familias y comunidades. La educación es fundamental en este esfuerzo, empoderando a niños, niñas y adolescentes y brindándoles herramientas para construir un futuro mejor.
El trabajo infantil es una grave violación de los derechos de la niñez y adolescencia y es nuestra responsabilidad como sociedad trabajar juntos para erradicarla y garantizar que todas las niñas, niños y adolescentes tengan la oportunidad de crecer, aprender y desarrollarse en un entorno seguro y protegido.
[1] CP-015-2023-MTSS. “Gobierno reafirma compromiso social y político de lucha contra el trabajo infantil y adolescente peligroso. Disponible en: https://www.mtss.go.cr/prensa/comunicados/2023/junio/cp_15_2023.html
