Es trabajo de los padres brindarles a sus hijas e hijos las herramientas necesarias para aprender a compartir. Y por más de que no sea una tarea sencilla, para ninguna de las partes, se trata de una habilidad indispensable que deben adquirir los individuos a fin de poder convivir sanamente en comunidad.
Compartir es repartir o dividir algo en varias partes. De este modo queda posibilitado el disfrute en común de un elemento o un espacio determinado.
Pese a que no se puede generalizar, lo cierto es que a menudo la mayoría de las niñas; los niños y los adolescentes enfrentan dificultades para compartir. Es que cuando uno es pequeño, la empatía por los demás es poca y el apego a las cosas es muy fuerte.
No obstante, para que tus chicos puedan interactuar y generar buenos vínculos con el resto de las personas, resulta fundamental encontrar la forma de ayudarlos a aprender esta habilidad e incentivarlos a compartir.
A continuación, podrás descubrir tres actividades divertidas para que los niños y adolescentes puedan aprender a compartir.
1. Jugar de a grupos
Es clave que tus hijas e hijos jueguen a juegos en los que participen más de tres personas, como pueden ser la búsqueda del tesoro, ciertos juegos de mesa o algunos deportes (como el quemado, el fútbol o el hockey, entre otros).
Estos brindan la posibilidad de practicar la interacción cooperativa. Y de esa forma, los chicos podrán aprender las reglas de un juego compartido y reconocerán la importancia de colaborar y trabajar en equipo.
2. Dedicar tiempo a leer cuentos y ver películas
Los cuentos y películas infantiles también son una excelente manera de transmitir y enseñar valores a los más pequeños.
Podés elegir películas y libros que hablen de la amistad y la necesidad de compartir para ayudar a los demás y ser solidario, y/o en los cuales aparezcan diversos personajes que trabajen juntos para alcanzar un mismo objetivo.
Luego probá el ejercicio de preguntarles qué es lo que más les gustó de la historia y qué es lo que aprendieron.
"Quien no sabe compartir carece de emociones"
Marc Levy, Ojalá fuera cierto
3. Armar un proyecto en el cual haya distintos roles
Formá un equipo para que los chicos realicen juntos una actividad grupal, como cocinar, dibujar y pintar, o armar una estructura con legos u otros elementos. Y procurá asignarles a cada uno de ellos una función diferente para que logren un propósito en común.
Para el caso de cocinar, por ejemplo, un niño puede ser el encargado de añadir los ingredientes en un bowl, otro puede ser el responsable de revolver la mezcla y un tercero puede ocuparse de moldear las formas de la comida.
La idea es que cada uno se enfoque en una tarea distinta, pero que el resultado final sea producto del trabajo en conjunto.
La importancia de compartir
Para poder hacer amigos y mantener relaciones a lo largo del tiempo, jugar de modo cooperativo, respetar los turnos y ser solidario es crucial que las niñas, los niños y los adolescentes aprendan a compartir.
En síntesis, se trata de un aspecto elemental para poder llevarse bien con los demás pero también para poder ser mejores personas.
