Fortalecer la inteligencia emocional de tus hijos es igual de importante que garantizar la formación cognitiva. Descubre cómo puedes ayudarles a reconocer sus sentimientos y a gestionar sus emociones.
Aprender a lidiar con la frustración de que las cosas no salgan como esperaban, o tener en cuenta los puntos de vista de los demás a la hora de tomar decisiones son aspectos de la inteligencia emocional en niños, niñas y adolescentes.
Se trata de capacidades que se adquieren en edades tempranas, y deben reforzarse durante la infancia y la adolescencia para asegurar una adecuada conciencia emocional, que facilite a nuestros hijos la vida en sociedad.
Te contamos cómo puedes ayudarles a desarrollar su inteligencia emocional y de qué manera puedes medirla.
¿Qué es la inteligencia emocional?
La inteligencia emocional, para los niños, es una herramienta que les ayudará a reforzar su autoestima y les permitirá reconocer y gestionar sus emociones.
También, les facilitará el relacionarse con los demás, pues serán mucho más hábiles para reconocer las emociones ajenas y adecuar sus acciones y su discurso a cada situación.
De hecho, fue el psicólogo Daniel Goleman quien dio a conocer el término “inteligencia emocional” en su libro del mismo nombre, publicado en 1995 por Editorial Kairos.
En este, enumera cinco competencias principales que abarca este tipo de inteligencia:
1. Conocimiento de las emociones propias
2. Habilidad para controlar las emociones
3. Capacidad de automotivarse
4. Reconocimiento de las emociones ajenas
¿Cómo se desarrolla la inteligencia emocional?
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Empieza a tiempo
Aunque, según Goleman, la inteligencia emocional se puede desarrollar durante toda la vida, es en los primeros años cuando se fortalecen las habilidades que permiten gestionar las emociones.
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Garantiza un buen ambiente en el hogar
Teniendo en cuenta que la infancia es una etapa durante la cual se hace más fácil autoanalizarse y sintonizarse con las emociones, el nivel de afecto que se brinde en el seno familiar cumple un rol fundamental.
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No pierdas de vista el ambiente escolar
El colegio es el segundo escenario en donde las experiencias tienen un gran impacto en cómo aprendemos a gestionar las emociones. Asegúrate de conocer la metodología del plantel y mantén una comunicación abierta con los profesores.
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Plantea retos a tus hijos
La autoestima y la automotivación son dos elementos fundamentales de la inteligencia emocional. Por eso, es importante proponerles retos que les generen la sensación de superación y crecimiento.
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No subestimes las emociones
Aunque la educación tradicional ha dado siempre más importancia al desarrollo cognitivo, diversos estudios han demostrado que la inteligencia emocional es igual de importante para garantizar el éxito en la vida.
"En el mejor de los casos, (el cociente intelectual) parece aportar tan solo un 20% de los factores determinantes del éxito".
Daniel Goleman, Inteligencia emocional.
¿Cómo medir la inteligencia emocional en niños, niñas y adolescentes?
Existen diversos métodos para medir la inteligencia emocional infantil, pero quizás los más utilizados son aquellos en los que se les invita a autoevaluarse, como el TMMS24.
En este, se miden aspectos como:
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Percepción emocional: Que el niño exprese adecuadamente los sentimientos.
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Comprensión de sentimientos: Mide la capacidad de reconocer las emociones propias.
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Regulación emocional: Determina la capacidad de regular los estados emocionales.
El otro método utilizado es el Test de Mesquite. En este se plantean situaciones en la vida cotidiana de los pequeños. Luego, se les presentan cuatro posibles reacciones y se les permite elegir la que prefieran.
Luego, mediante una escala de puntos, se puede determinar si el niño tiene una inteligencia emocional escasa, moderada, elevada o superdotada.
Ahora que sabes un poco más sobre la inteligencia emocional en niños, niñas y adolescentes, tienes muchas más herramientas para garantizar a tus hijos una buena calidad de vida.
