En los tiempos de convivencia con el COVID-19, uno de los mayores riesgos es el contagio comunitario, donde el rastro, la trazabilidad de los casos se pierde y con ello la exposición de las persona al contagio es alta, ya que podríamos adquirir el virus en prácticamente cualquier lugar, el barrio, incluida nuestras casas. Hay que recordar, que existen grupos que son más susceptibles al estar enfermos por el Sars-Cov-2, por ejemplo, personas con padecimientos crónicos y adultos mayores, ya que su condición podría incrementar el riesgo de hospitalización, uso de UCI y en una situación extrema la muerte.
En el mundo la enfermedad avanza a paso firme, si bien los países han tratado de frenarla, incrementando las cuarentenas nacionales, toques de queda o confinando parte de regiones, sea extensas o pequeñas, la enfermedad todavía no tiene cura y en estos momentos las segundas olas encuentran a los Estados con problemas en torno a los asuntos fiscales, económicos, la pobreza, el desempleo y los entornos educativos a medias o sin funcionar, por más esfuerzos que se estén realizando. El miércoles por ejemplo, el mundo registraba un record de 173.365 casos nuevos del virus, para un total de casos confirmados: 8.430.090 en 193 países, con una tasa de letalidad del 5,3%.
Niños y niñas en Costa Rica no son ajenos a la incidencia del COVID-19
En Costa Rica, la segunda ola de casos, se empezó a gestar desde finales de mayo y su aceleración ha sido constante, si bien se ha focalizado en la zona norte, hay brotes en Heredia, Alajuelita, Pococí y sin un adecuado seguimiento de los casos y las medidas de protección, podríamos ver un recrudecimiento de brotes en otras zonas del país, donde se concentra la mayor cantidad de personas. Ayer, Costa Rica registraba la suma de 3130 casos, dentro de los cuales 471 son menores de edad.
El 25 de mayo, nos enteramos que una persona viajó desde el GAM para visitar a una de sus familiares en zona rural, esa visita contagio a dos de sus sobrinos, el 26 de mayo el país contaba con 64 menores de edad contagiados, el 1 de junio sumaban 93 y al día de hoy (19 junio) suman los 283, estos contagios en la mayoría de los casos se deben a contactos con familiares o personas adultas que visitan a sus familias.
Las personas infectadas por debajo de los 15 años, tienen un control y seguimiento de parte de la Unidad de Epidemiología, prevención y control de infecciones en el Hospital de Niños. La mayoría presentan cuadros leves, con recuperación en casa (solamente 2 habían requerido estar en el hospital). Lo síntomas más comunes son fiebre, dolor de estómago, algunos cuadros de diarrea, sarpullidos en la piel, dolor de cabeza, de hecho los síntomas a nivel mundial no están relacionados con asuntos respiratorios, sino que se concentran más en asuntos de piel, esto según entrevista de AmeliaRueda.com a Marcela Hernández, quien coordina la Unidad de Epidemiología, prevención y control de infecciones en el Hospital de Niños.
Este incremento abrupto de los casos preocupa en el tanto las personas no sigan las medidas higiénicas respectivas y las reglas de oro señalados por el Ministerio de Salud.
Es indispensable que las personas adultas no rompan las burbujas sociales, por ejemplo con la fiesta en Alajuelita, donde ya suman 17 contagios, es decir, que no se mezclen las burbujas sociales. Por otro lado, adultos que necesiten salir de la casa por asuntos laborales, es necesario que logren limpiar sus zapatos al llegar, con jabón y alcohol, cambien su ropa y puedan lavarla, puedan tomar un baño o lavar sus manos con agua y jabón, además si tienen síntomas de resfrío o fiebre no acercarse a los menores de edad, indistintamente que sean de su burbuja social.
¿Cómo podemos cuidar a los niños y nuestras familias?
Extremar las medidas de lavados de alimentos, las superficies del hogar, después de cambiar pañales y cuando se toquen elementos que hayan llegado al hogar como bolsas plásticas, cajas o cualquier otro. Y por supuesto seguir los protocolos de estornudo. También recordar estar atentos a fiebres, dolores de estómago o sarpullidos.
Otro elemento importante que se debe hacer conciencia, es el no ir de compras al supermercado, la feria o cualquier actividad fuera de casa con los niños o niñas, evitar salir en la medida de lo posible, y si lo hacen, que sea en espacios abiertos, de esparcimiento, sea con su burbujas social y que no se rompa.
Cuando muchos padres y madres solicitaron el cierre de los centros educativos, en marzo y en este momento piden no abrirlas, alegaban su protección, evitar los contagios, no querían que sus hijos e hijas estuvieran en la calle en contacto con muchas personas, pero lo cierto del caso, es que la cifra de niños niñas y adolescentes infectados sigue aumentando y no están las escuelas ni colegios abiertos.
