Vivir una pandemia y sufrir el aislamiento y las restricciones de socialización para evitar contagios de COVID-19, se ha convertido en un caldo de cultivo para la ansiedad, depresión y otras enfermedades mentales. Los niños y adolescentes, para quienes una saludable socialización es clave en su desarrollo emocional y afectivo, tampoco están ajenos a esta realidad. Por ello, es nuestro deber cuidar también su salud emocional.
Comencemos por el principio: existe la creencia de que los problemas de salud mental son exclusivos de los adultos. Esto es un mito. Los niños y adolescentes también pueden sufrir depresión, miedo y ansiedad, más aún en un escenario como el que vivimos actualmente.
Sin ir más lejos, según una investigación realizada por UNICEF Costa Rica realizada en diciembre de 2020 y que utilizó como base cuatro encuestas de opinión, el 34% de personas adolescentes y jóvenes señalaron sentir ansiedad y un 45% indicó tener una percepción pesimista del futuro.
Es por ello que los expertos de World Vision, Arantxa León Carvajal y Mauricio Sánchez Campos, aseguran que un adulto al cuidado de niños o jóvenes, idealmente debe estar atento a detectar patrones de comportamiento que denoten desequilibrios en su salud mental y emocional.
Señales de alerta: ¿Cómo saber si los niños o adolescentes están sufriendo algún problema en su salud emocional?
Los profesionales de World Vision recomiendan estar atentos a los indicadores evidentes de malestar emocional, con el fin de actuar con prontitud y eficacia.
Algunos síntomas podrían ser los siguientes:
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Disminución en el ánimo y sentimientos de desesperanza.
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Dificultad para dormir o cansancio excesivo.
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Aumento de las conductas agresivas.
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Incapacidad para concentrarse.
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Disminución del disfrute de actividades que antes le eran placenteras.
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Sensación de inseguridad o miedo.
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Disminución del apetito, o bien, aumento notable en la ingesta de alimentos de manera compulsiva.
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Aumento o reducción sensible del peso.
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Pérdida de interés en labores académicas.
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Miedo excesivo a salir o interactuar con otros.
Si tu hijo o hija era alegre y de pronto no quiere salir de la casa, o si es que ves que sus hábitos de alimentación han cambiado notablemente, puedes estar viendo señales a las que hay que estar atentos. Si este comportamiento se mantiene por un tiempo considerable, es mejor someterlo a la supervisión de un profesional de la salud mental que pueda acompañarle en su proceso de recuperación.
5 maneras de mejorar la salud mental y emocional de los jóvenes
El núcleo más cercano de los niños, niñas y adolescentes es el principal factor protector para ellos, donde se sienten queridos, respetados, contenidos y cuidados. Acá te dejamos cinco acciones concretas para apoyarlos en su salud emocional:
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Crear rutinas: Si están con clases online, o con actividades presenciales, es importante establecer tiempos para levantarse de la cama, asearse, mantener actividad física, estudiar, realizar actividades de ocio, apoyar con labores dentro de la casa, hacer las comidas o irse a dormir, entre otras. Para lograrlo, se puede hacer un horario donde toda la familia tenga participación y luego, ponerlo en un lugar visible para todos los integrantes del hogar.
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Fomentar el contacto con amigas y amigos: para niños y adolescentes, sus pares son un punto de referencia, los motiva a crecer y aprender nuevas cosas y el contacto se ha visto mermado durante la pandemia. Por ello, se recomienda reforzar la comunicación y la interacción por medios digitales, así como utilizar los recursos tecnológicos para conversar, jugar e intercambiar impresiones con personas de su misma edad.
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Explorar áreas de interés: algunos son más deportistas, otros más artistas, hay quienes leen sin parar y otros que prefieren experimentar con materiales de cocina. Cada niña y niño es diferente y una recomendación es estimular constantemente la búsqueda de actividades que fortalezcan sus destrezas e intelecto más allá del ámbito académico y tomando en cuenta los gustos e inquietudes particulares.
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Pasar tiempo en familia: Es importante establecer espacios para hablar con los menores de edad sobre sus emociones, pensamientos e inquietudes por medio de una escucha activa; así como también planear actividades que puedan hacer en familia y que refuercen la confianza y la sensación de respaldo y contención.
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Promover la actividad física: Estamos viviendo una pandemia y encontrar espacios para hacer ejercicio no siempre es fácil. A pesar de esto, es necesario mostrarle a los más jóvenes de la casa que permanecer en el hogar no es sinónimo de sedentarismo. La invitación es a bailar, saltar la cuerda, hacer estiramientos, pasear a la mascota o jugar en alguna zona verde o establecer una rutina diaria familiar como salir a caminar juntos.
Te invitamos a revisar este video, que resume algunas recomendaciones para cuidar la salud emocional de niños y adolescentes.
Herramientas para la vida
En World Vision contamos con diversas iniciativas para atender las necesidades de niños y jóvenes en condiciones de vulnerabilidad. Una de ellas es nuestra plataforma iSmart, en la que hemos desarrollado contenidos especializados para mantener una buena salud mental y emocional. Esta es una herramienta de alta calidad y pensada especialmente para ayudar a este sensible grupo poblacional.
iSmart tiene un costo de $10, contribución que ayuda a mantener actualizada y en funcionamiento la plataforma digital que también brinda soporte a poblaciones de menores de edad en condición de vulnerabilidad.
Además, World Vision provee líneas telefónicas e información relevante para la protección de niños, niñas y adolescentes. Para mayor información, puede comunicarse al correo info@worldvision.cr o llamando directamente al (+506) 2547-1717.
