Los hábitos son acciones que, de tanto hacerlas, se convierten en parte de nuestra rutina diaria. Hay algunas que son excelentes, como dar un beso de buenas noches y otras que no lo son tanto, como ponerle más atención al celular que a los niños.
Algunos de los malos hábitos en niños pequeños impactan directamente sobre su salud. Otros, perjudican las relaciones y la convivencia. Lo cierto es que deben corregirse tempranamente para que no se instalen definitivamente en los niños, a sacar un lápiz y papel porque estos son los hábitos que debemos cambiar con los niños. ¡Vamos allá!
1. Una mala alimentación
Para la Asociación de Pediatría, una buena alimentación empieza en los padres de actuar con el ejemplo, además de necesario, es un placer. También recomiendan planificar un menú variado y saludable cada semana con los niños, explicar a nuestros hijos los beneficios de una alimentación saludable y así estimular su colaboración en la cocina, es una opción para dejar las malas costumbres de los niños, como por ejemplo saltarte comidas, ya sea el desayuno o el almuerzo, ya que esto puede afectar su salud.
2. Comer viendo la televisión
Algunas investigaciones mundiales demuestran que comer mirando la tele es uno de los factores que incide en el sobrepeso. Ya que el cerebro del niño está mentalizado en ver la televisión y no reconoce la señal de que ya ha comido suficiente y come más de lo necesario.
Por eso la hora de la comida debe ser un momento en familia si es posible, o que el niño esté en supervisión, para corregir este mal hábito que es muy frecuente en la niñez.
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Una de las malas costumbres en los niños es la falta de ejercicio en familia ya que la actividad física constante es esencial para su salud y una mejor calidad de vida, esto les puede evitar el sedentarismo en la infancia, sino sabes cómo hacerlo acá te dejamos unas claves para fomentar el deporte en familia y así vivir con una buena salud física y emocional.
4. Evitar el uso de “malas palabras” en casa
Hay un dicho muy cierto que dice que el niño imita lo que ve. Si en la casa las personas que conviven con él se tratan mal o usan un vocabulario inadecuado, el niño adquirirá este hábito y será difícil de corregirlo.
Cuando el niño salga de casa, también lo manifestará en la escuela, con los maestros y otras personas mayores. La tarea de corrección debe comenzar con un buen ejemplo de los adultos, para no crear malos hábitos en los niños.
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5. Acostarse a altas hora de la noche con los niños
Dormirse tarde con los más pequeños de la casa es una mala costumbre ya que ellos necesitan tener entre 10 y 12 horas de sueño, con ligeras variaciones según la edad. Si no duermen lo suficiente, se mostrarán irritables, desconcentrados, apáticos y estarán cansados. Así mismo, puede presentarse cierto déficit en la memoria y la agilidad del razonamiento.
Según los expertos, la falta de sueño puede alterar los ritmos naturales y afectar cómo el cerebro puede incorporar información nueva, por ende debemos evitar quedarnos muy tarde con ellos, para evitar posibles consecuencias.
6. Fumar delante de ellos
Según recoge la Organización Mundial de la Salud (OMS), casi la mitad de los niños respiran normalmente aire contaminado por humo de tabaco en lugares públicos; más del 40% de los niños tienen al menos un progenitor que fuma; el humo de tabaco causa más de 600.000 muertes prematuras cada año.
Además, esto les puede causar enfermedades como: Asma, Infecciones respiratorias, Tos crónica y otros problemas pulmonares, así que no es un buen habito fumar delante de ellos ya que se ve afectada su salud.
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7. Ser demasiado controladores
Caer en la sobreprotección es impedir que nuestros hijos aprendan de sus errores. Así como también elegir por ellos controlando sus gustos y preferencias, que es necesario que ellos lo decidan, acá te enseñamos como hacerlo, porque puede afectar su seguridad a la hora de la toma de decisiones.
Conclusión
Estos y otros más malos hábitos podemos estar fomentando en los niños, así que detengámonos por un momento y revisemos nuestro día a día, si ves que tienes algún otro mal hábito, quítalo esta es la oportunidad de perfeccionarlos y ver cambios en el comportamiento de tu hijo y en la relación intrafamiliar. Recuerda, cambiar para mejorar.
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